Nivel Inicial

Comprender y sentir el valor que tiene nuestro cuerpo y de cómo cuidarlo, alimentarlo y tenerlo en actividad. Ser inteligente corporalmente es entender que nuestro cuerpo nos permite la supervivencia, que es fundamental para la vida en el mundo; nuestro cuerpo es el lugar y tiempo para ser y para estar, que hay que disfrutarlo, y no considerarlo como problema que se debe soportar; que es complejo, único, total, sinérgico, y que no es complicado, dividido en partes, algunas de las cuales avergüenzan y se teme mostrar.
Nuestra propuesta educativa considera:
Atender a niños en edad preescolar. Desde los tres hasta los cinco años.
Promover un estilo formativo: democrático y asertivo; con participación activa de los padres de familia y alumnos, contribuyendo al desarrollo integral de los niños, teniendo en cuenta su crecimiento espiritual, físico, afectivo y cognitivo.
Brindar ambientes seguros y apropiados para sentar las bases de la autonomía, creatividad, indagación y la estimulación de cada una de las situaciones de aprendizaje que ofrecemos en español e inglés.
- Articular la Educación Inicial con la Educación Primaria asegurando coherencia pedagógica y curricular, pero a su vez conservando su especificidad y autonomía administrativa y de gestión.
Metodología
Los descubrimientos científicos, nos han permitido conocer mejor el funcionamiento del cerebro, el órgano encargado del aprendizaje; hemos redescubierto algo que los griegos lo sabían: no aprendemos repitiendo de memoria sino haciendo cuando nos emocionamos.
¿Cómo aprenden nuestros niños?
1. Haciendo, aplicando… equivocándose.
El aprendizaje está en la experiencia; todo lo demás es solo información. La experiencia se vuelve conocimiento.
Se aprende en grupo (neuronas espejo, teoría de la mente).
El ser humano actúa más de forma emocional que racional y camufla sus intereses y deseos.
Nuestros programas de tres a cinco años potencian la curiosidad y afán natural de investigar de los niños, permitiéndoles aprender mediante sus propios intereses y estilos.
2. Jugando…
Jugar es para ellos un acto creativo que no sólo les ayuda a aprehender el mundo sino a resolver sus conflictos y dificultades. El juego proporciona a los niños un aprendizaje en el que se puede atender sus necesidades básicas:
Practicar, elegir, perseverar, imitar, imaginar.
Adquirir un nuevo conocimiento, unas destrezas, un pensamiento coherente y lógico y una comprensión.
Alcanzar la posibilidad de crear, experimentar, observar, moverse, cooperar, sentir, pensar y aprender.
Comunicarse, interrogar y socializarse.
3. Educando en positivo…
Para sostener la motivación reforzamos actitudes positivas; desarrollamos la capacidad de reflexión, solución de problemas y toma de decisiones. Despenalizamos el error para favorecer un clima emocional positivo; Fomentamos la autonomía para indagar y ensayar respuestas; esto implica necesariamente ser tolerante con los errores y convertirlas en oportunidades de aprendizaje evaluando, discerniendo e identificando sus fallas, cotejando respuestas, y discutiendo abiertamente sus avances y dificultades.